Conectar con nuestro cuerpo no necesariamente significa recordar aquello que dolió, significa sentir lo que llevamos dentro y liberar aquellas emociones retenidas en el cuerpo físico. Recordar y entender es la parte mental que como humanos muchas veces necesitamos integrar con la parte emocional para darle un sentido y terminar de soltar.
“La expresión creativa y el movimiento son herramientas poderosas para eliminar el trauma en el cuerpo”
Van Der Kolk
“Encontrar la manera de mantenernos en el presente es la clave para no convertirnos en víctimas de nuestro pasado”
Estamos aquí, ninguna situación del presente es repetición del pasado. Lo que nos hace vivirlo de manera similar es el recuerdo emocional, consciente o no, aquellas situaciones que desencadenaron un impacto emocional que se quedó enterrado en nuestro cuerpo. Veamos, el cerebro tiene un mecanismo de defensa ante situaciones peligrosas para nuestra salud mental, y es el bloqueo del recuerdo consciente de estas situaciones, este recuerdo no desaparece, se
almacena en un lugar de la mente inconsciente, para poder seguir viviendo en nuestro mundo sin sufrir diariamente por aquello que sucedió. ¿Cuando podremos recuperar esos recuerdos? Cuando la intensidad de la emoción baje y podamos sostenerlos y vivir con ellos. Y para que la intensidad de la emoción baje primero tenemos que acceder a ella. Sigamos, el cuerpo tiene otro mecanismo de defensa. Igual que la mente parece que olvida, el cuerpo no. El cuerpo
mantiene la emoción para protegernos en situaciones similares. Estas defensas son importantes para nuestra integridad, pero a veces puede limitarnos cuando sobrereaccionamos respondiendo a una situación actual “no peligrosa” de la misma manera que reaccionamos en aquella situación que si lo fue.
Algo paradójico en nuestros días, queremos vivir al máximo y no perdernos nada pero nos perdemos todo si nuestra mente esta en el pasado o el futuro.
Parece algo simple, lo primero que hacemos al nacer, y lo primero que nuestro organismo automatiza. Nuestra respiración cambia en función de nuestras emociones y pensamientos. Hacerla consciente nos trae al presente y practicar su alargamiento mejora notablemente la salud.
Podemos conectar con el presente en la quietud, lo que llamamos meditación, algo mas retador para la mente pero muy reparador para nuestro organismo y nuestro sistema nervioso. El movimiento físico y mental nos puede distraer, pero si lo hacemos consciente también resulta una practica meditativas, contribuye a liberar emociones inconclusas y generar estados de bienestar.